Hace unos años comencé a trabajar en una startup como desarrollador. Y es un lugar donde pude aprender muchas cosas. Sí, muchas cosas, y no me refiero únicamente en cuanto a lo técnico, sino más allá de eso.
En este post quería enfocarme precisamente en los errores, y lo importante que es el ambiente en el cual nos desarrollemos.
Muchas veces escuchamos decir: «de los errores se aprende» y es cierto que «aprender de los errores de otro» es muchas veces lo mejor, pero no siempre es posible. A veces toca aprender por errores en carne propia.
Trabajar en una startup me enseñó que muchas veces lo mejor que puede pasar es equivocarnos.
Esto no quiere decir que vayamos por la vida equivocándonos adrede, pero sí que puede suceder en algún momento, y lo mejor es saber cómo reaccionar ante ello y tomar un aprendizaje de cada situación.
Estar abierto al cambio
«Lo único constante es el cambio». No recuerdo quién dijo esta frase, pero es algo muy presente en el mundo de las startups.
Cambiar, puede ser algo positivo o negativo, pero si nos quedamos quietos y no probamos cosas nuevas, no vamos a saber nunca lo que podríamos estarnos perdiendo. Pero si hacemos un cambio, debemos saber que algo puede salir mal. El riesgo siempre está presente (inclusive si no cambiamos). Y es importante analizar los riesgos antes de tomar una decisión importante.
Con esto quiero decir, que hay momentos críticos donde es mejor no cambiar, más si ya estamos llevando a cabo otro cambio importante, porque lo último que queremos es desequilibrar todo por completo generando rupturas en los equipos y en la gente con quien trabajamos.
El ambiente
El ambiente es muy importante cuando nos equivocamos. Solemos tener miedo a cometer errores. Sin embargo, si el ambiente no es hostil con los mismos, van a mejorarse herramientas y procesos para que no vuelva a suceder.
A fin de cuentas, se aprenderá del error cometido. Muchas veces es mejor «pedir perdón que pedir permiso», más cuando se busca velocidad y soluciones rápidas a dificultades que surgen de un momento para otro.
Tengo la suerte de haber visto cambios importantes que se tomaron dentro de la organización donde trabajo actualmente, como también la forma de reaccionar de los diferentes equipos y del equipo directivo con cada cambio implementado.
También agradezco poder ver en primera persona como esta filosofía del cambio constante está tan presente en las startups. Y la libertad y apertura de todo el equipo cuando uno comete algún error, tanto sea para buscar soluciones como para que no suceda nuevamente.