Estás a dos años de terminar el secundario. Todavía no sabes qué estudiar. Estás tranquilo porque te falta un año más para elegir la carrera. Cuando te das cuenta, ya tienes que tomar una decisión. Decisión que va a determinar el resto de tu vida.
¡Alto! Es importante, pero primero calma.
Puede ser complicado. Hay varias opciones y es difícil saber por donde seguir. Algunas preguntas que pueden surgir y hacer mas frustrante el proceso de elección son: ¿Qué pasa si elijo mal la carrera y me arrepiento? ¿Qué debería elegir si hay muchas opciones y me gusta todo? ¿Tiene buena salida laboral esta carrera?¿Tengo futuro como *insertar profesión*? ¿Seré bueno en esto?
Son preguntas recurrentes al momento de elegir los estudios universitarios. Si bien tienen su complejidad, no es imposible responderlas.
En primer lugar, un test vocacional puede ayudar a resolver grandes dudas y ofrecerte un primer acercamiento. Sin embargo, a veces tampoco lo logran. No enloquezcas. No eres la primera persona a la que le pasa.
¿Qué pasa si me arrepiento?
La respuesta corta es: Nada.
Si uno se arrepiente puede cambiar de carrera. Sí, la vida es corta. Esto no condiciona el hecho de que puedas cambiar de opinión. De hecho, ¿por qué seguirías la carrera si no te gusta?
«Pero tengo que volver a empezar y me voy a recibir después que mis compañeros». Sí, ¿Y qué? No deberías compararte y preocuparte por eso. Hay gente que se toma más de 10 años en terminar la carrera.
«La gente a mi alrededor va a decir que soy un fracaso…» No creo. Y si opina eso deberías reevaluar los grupos sociales en los que estás. Analízalo, ¿Es su vida o la tuya?
«Hay mucha variedad y me gusta todo»
Este suele ser un problema que nos enfrentamos seguido. Claramente, hacer Ta-Te-Ti no es lo mejor.
Algo que puede ser de gran ayuda es diferenciar:
- Qué quiero ser
- Sobre qué me gustaría saber
El primer punto gira en torno a ser. ¿Qué quiero ejercer? ¿Cómo me veo en un futuro? ¿Qué me va a motivar a levantarme todas las mañanas? El segundo punto se refiere a conocimientos que a uno le gustaría tener. Por ejemplo, a mí me encanta la filosofía y sociología, pero no me veo trabajando de eso. Para adquirir estos conocimientos puedo estudiarlo por mi cuenta, como un hobby.
Estas son dos cuestiones similares, pero diferentes. Cuestionarte la diferencia va a allanarte mucho el camino.
Seré bueno en la carrera que quiero seguir
Acá me gustaría hacer una aclaración especial. Es un error no menor el de seguir las pasiones de uno. Esto más adelante suele llevarlos al primer punto, a cambiar la carrera. ¿Por qué?
Es fundamental distinguir entre las pasiones y el propósito. Una pasión implica una fuente de motivación externa. Ya sea reconocimiento por ser bueno u otra cosa, cuando esta fuente se agota, perdemos energías. Por esto es tan bueno practicar nuestras pasiones como hobby. Eso torna a nuestras pasiones en algo especial.
Por otra parte, encontrar un propósito crea una motivación intrínseca. La fuente de motivación es inherente a uno. Nuestra energía no la obtenemos de otro lado sino de adentro. La motivación y disciplina depende exclusivamente de nosotros.
Ahora, encontrar un propósito implica algo más que mentalizar una meta. Tiene que gustarte. Si te gusta lo que haces, seguramente termines siendo bueno en el área.
Si uno se propone una meta y le gusta llevar a cabo cierta actividad. Va a estudiar más, a practicar más seguido, etc. Uno realmente va a mejorar y la motivación para esto será inagotable.
Si uno desarrolla un propósito en vez de seguir una pasión, terminará siendo bueno.
¿Tiene futuro la carrera? ¿Tiene buena salida laboral?
Esto se relaciona con lo anterior. Ya dijimos que si uno crea un propósito, terminará siendo bueno. Y si es de su gusto, también tendrá proyectos personales.
Si eres bueno en un área específica… ¿creés que te costará encontrar trabajo? Yo no lo creo. De hecho, el tener también proyectos personales mostrará iniciativa. Con un poco de búsqueda y mejorando tu perfil de Linked In, muchos empleadores estarán agradecidos de haberte encontrado.
Últimamente hay una creciente posición respecto de las universidades que afirma que no sirven. Es algo que no podría estar más lejos de la realidad. ¡Claro! sí que hay varias opciones. No habría que descartar la institución universitaria tampoco. Si quieres conocer la posición polarizada y los pros y contras de las universidades, te invito a leer el siguiente post: No está mal estudiar en la universidad.
Espero haberte ayudado con decidir la carrera a seguir en este post. Si hay algo con lo que no estás de acuerdo, o te gustaría recalcar, puedes hacerlo en la sección de comentarios.